La producción azucarera en Colombia resulta un ejemplo a seguir: todos los actores que participan de esa actividad -el campo, la industria, los gremios y la función pública- trabajan en sintonía y hacia un mismo objetivo, que es el bien común para toda la actividad sucroalcoholera. “Colombia tiene una industria muy unida y pujante; y junto con las autoridades tiran todos para un mismo lado. Eso, creo, nos falta en nuestro país”, consideró el técnico del ingenio Ledesma Fernando del Pino, en la 22ª Reunión Nacional de Técnicos de la Caña de Azúcar, que se realizó en Tucumán los pasados lunes y martes.

“Este tipo de congresos hace que en cuestiones netamente técnicas todos se vayan poniendo de acuerdo; y la manera de lograr que la clase política empiece a trabajar en pos de lo que necesita nuestra actividad es que se vea que todos trabajamos para el mismo lado”, añadió.

Indicó que actualmente rige una ley de biocombustibles que marca un rumbo a seguir. “Pero tiene una pata floja: la fijación del precio. Eso no permite que el sector privado tenga la certeza de poder invertir de manera más firme y segura”, cuestionó.

Indicó que el precio de un producto no debe ser puesto por la decisión política de algún funcionario de turno. “O por las presiones que ejercen desde otros sectores energéticos”, manifestó Del Pino.